Satoshi Ashifuji es un estudiante trabajador que asiste a la universidad gracias a una beca. De alguna manera, termina con la custodia del dormitorio Kissuisou, ¡pero sus residentes son todas mujeres con grandes problemas! Además, al arreglar la torre del reloj del dormitorio, aparece una autoproclamada Zashiki-warashi que se hace llamar Ibaraki, lo que provoca aún más problemas. Con todos los que residen actualmente emanando auras tan ridículamente negativas, si nada cambia dentro de medio año, una terrible desgracia caería sobre el dormitorio que sería demolido independientemente de su condición. Si eso sucede, sin ningún lugar a donde ir, toda esa negatividad se acumularía sobre Satoshi, pavimentando una futura vida de infierno para él. Para evitar tal desastre, Satoshi decide inyectar un poco de positividad infundida con los poderes de Ibaraki en la vida de los residentes. En otras palabras, ¡no importa dónde lo hagan mientras él entre! De esta manera, comienza la estrategia de eyaculación demasiado imprudente con respecto a los residentes del dormitorio en los que Satoshi apostó su vida.